Por VICENTE GARCÍA HUIDOBRO Siempre he sido muy crítico de los músicos que tienen claro de antemano el estilo que desarrollan:"Mira, lo nuestro tiene algo de funk, algunas cositas etno mapuches y sobre todo mucho latinjazz".
¿Para que autoclasificarte si siempre alguien, ya sea un crítico, un especialista o tu mejor amigo lo va a hacer por ti? O acaso no les pasa que frecuentemente, que al terminar un recital, o tras escuchar un disco terminan diciendo "se parece a...".
Hace pocos días he terminado la grabación de un repertorio musical, que formará parte de un disco, o sencillamente de un producto presentado en algún formato por definir, siempre sea directo y de fácil consumo...como un producto. La realización de este proyecto es una labor parecida al trabajo de un arquitecto: primero la idea, luego el diseño llega al papel, los planos son entregados al constructor -en este caso un productor musical- después se discute, y es interpretado hasta quedar correctamente registrado. Allí comienza la diferenciación entre los dos oficios, en el caso del músico vendrán procesos en que cada sonido es tratado en forma independiente - la mezcla- para posteriormente ser trabajado como un todo por planos mas generales: la masterización. ¿Y el estilo? ¿El estilo musical es una conveniencia? ¿Es la forma ideal de llegar a un segmento o es una manera maquiavélica de encasillamiento, en que la música es tratada como otro objeto de consumo diario...como una toallita absorbente que transforma la sangre en gel azul o un jabón líquido que regula tu PH en forma sistemática e hipoalergénica? Tras ver la saga del canal VH1 "7 Ages of Rock", terminé de darme cuenta que hoy por hoy, el Rock es un marco infinito que cobija casi cualquier estilo, en que cualquier indefinición, cualquier duda, será bienvenida porque de eso se trata la música. En Chile hablar de que tocas en una banda Rock es conveniente. Aunque la mayor parte de la ciudadanía se incline por la música romántica, llegando en el caso de las mujeres sin discriminación de clase social al 58% (Adimark, 2005), gran parte de los chilenos consultados responde que le gustaría ser o le gustaría haber sido músico de rock. Como no he querido dejar nada al azar, he hecho un estudio de los estudios que han estudiado el consumo musical en Chile, de manera que mi discurso vaya en armonía con el coro correcto, el escándalo preciso, la frase para el bronce. Por ejemplo, siempre me pregunté en torno a la conveniencia de decir "yo hago pop" o "yo hago rock". Bueno, para que vean que la investigación no ha sido en vano me enteré que el rock subió tres puntos porcentuales entre el 2002 y el 2005, y que el pop va en caida, bajando tres puntos en el mismo período ¿Se los robó el rock? No creo, mas bien pueden haberse ido en la infinidad de estilos que gracias a la divina providencia han proliferado en Chile durante los últimos quince años: house, trance, drum & bass, nü jazz, etc...O quizás la gente miente en las encuestas -tal como lo hacen cuando responden en cuanto a su consumo televisivo abogando todos por más Discovery o Chile Adentro- y adoran todos a Marco Antonio Solís, aunque parezca la cruza de un profeta sacado de Pozo Almonte con un roadie de The Grateful Dead. ¿Sabían ustedes que en una infinidad de rankings de rock en México los top five son Kudai, RBD y Belinda? Por lo mismo por favor no empecemos con que "el rock es actitud", "el rock va a cambiar tu vida", "el rock volará tu cabeza". Falacias. Eso son clichés tan grandes como "Los negros llevan el ritmo en la sangre", "Cristo viene" o "A quién madruga Dios lo ayuda". Creo que el Rock es lo mas parecido a Dios que un agnóstico puede encontrar en la tierra: No importa que lo adores con instrumentos eléctricos, con charango lila, peinado con gel, tintura o fijación, no importa que lo expreses bailando, llorando o en drogas sobre una Harley Davidson al estilo Dennis Hopper y Peter Fonda. Sí importa una buena producción, buenos videos, buena imagen corporativa y un gran lobby. El Rock no es un estilo, es un marco infinito en que caben casi todos los estilos. El Rock es políticamente correcto y está plenamente validado por la sociedad. En definitiva, no te preocupes en hacer rock, preocupate de decir alto y claro "yo escucho rock" o mejor aún: yo toco rock! Hagas lo que hagas, tendrás parte del camino recorrido. Ilustración de Martin Krusche, en http://www.threadless.com/?streetteam=youthedesigner |